MADRID.- El Partido Popular (PP) del presidente, Mariano Rajoy, ganó ayer las elecciones generales en España, aunque lejos de una mayoría que le permita formar gobierno sin problemas: con el 90% de las urnas escrutadas, la formación obtiene un respaldo del 28,69% y 122 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados.
“El Partido Popular ha ganado estas elecciones generales”, dijo en rueda de prensa la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría.
El Partido Socialista (PSOE), de Pedro Sánchez, logró mantenerse en segunda posición con un apoyo del 22,17% y 91 diputados.
Podemos, el partido heredero de los indignados, obtuvo un apoyo del 20,58% y 69 escaños, y Ciudadanos, la otra formación emergente, fue respaldado por el 13,82% y tendrá 40 escaños.
Tras unas elecciones históricas, las primeras tras el final de la hegemonía del PP y del PSOE, el Parlamento español presentará una importante fragmentación que obligará a pactos y alianzas, comenzando por la investidura del próximo jefe del Ejecutivo.
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Estos resultados son los más bajos que ha logrado un partido mayoritario en la historia de la democracia y baten el récord que obtuvo José María Aznar en 1996, cuando logró gobernar con la exigua mayoría minoritaria de 156 escaños. Y el hecho de que no sumen con el otro partido de su espectro ideológico, Ciudadanos, puede significar que Rajoy sea el primer presidente que sólo ha gobernado una Legislatura.
Retroceso
Los dos partidos tradicionales, aunque han caído mucho, han logrado mantenerse por delante de los dos partidos emergentes, pero van a tener grandes problemas para llegar a cerrar pactos políticos con ellos, por las diferencias que los separan.
Si comparamos los datos de ayer con los obtenidos en las elecciones generales de hace cuatro años (2012), ambos partidos son los grandes afectados, cuando obtuvieron entonces el 44,62% y el 28,73% de los votos, logrando 186 y 110 diputados, respectivamente.
No en vano, la pérdida de un tercio de los votantes por el PP demuestra que la gestión de la crisis económica, iniciada durante la etapa del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), no ha convencido a su electorado o al menos no han sido capaces de explicar sus medidas. El vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, subrayó anoche que el partido ha logrado “un buen respaldo” de los ciudadanos tras una legislatura “difícil”.
La irrupción de los dos nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos, se ha llevado consigo buena parte de los escaños que PP y PSOE se repartían tradicionalmente en las pequeñas provincias, a pesar de las proclamas de los populares al voto útil y a evitar un tripartito que ponga en riesgo la recuperación económica.
El PSOE ha ganado en todas las provincias andaluzas menos Almería y Málaga y en Badajoz; mientras que Podemos se impone en Álava, Guipúzcoa, Barcelona y Tarragona. En contraste, en 2011 el PP consiguió imponerse en todas las provincias menos en Sevilla, Vizcaya, Guipúzcoa y todas las provincias catalanas.
Los resultados de las elecciones autonómicas en Cataluña, que en este caso se celebraron en septiembre, rara vez son extrapolables a las elecciones generales. El PP contaba con mejorar sus malos resultados de septiembre, pero sigue a la cola de los partidos que logran representación. (DPA-Reuters-DPA)